sábado, 8 de octubre de 2011

Jorge Aquino

Se nos fue un compañero de trabajo en un lluvioso sábado. Además fue mi profesor... Y bueno joven el hombre pero que le vamos a hacer cuando Dios llama... no hay alternativas!!!!

Que en paz descanses chamigo!!!!

viernes, 7 de octubre de 2011

Chistecito


Un día , una dueña de casa buscaba leña para su cocina , estaba cerca del río, cortando una rama de un árbol caído, cuando se le escapo el hacha de las manos y fue a parar al fondo del río.
La mujer suplicó a Dios y Él apareció.
Le preguntó:
¿Por qué estas llorando mujer?

La mujer respondió que su hacha se había caído al río.

Dios entró al río, sacó un hacha de oro y le preguntó a la mujer:
¿Es ésta tu hacha?
La noble mujer respondió:

NO, Dios no es esa.

Dios entró nuevamente y sacó del río un hacha de plata y volvió a preguntar:
¿Ésta es tu hacha mujer?

NO, respondió ella…

Dios volvió nuevamente al río y sacó un hacha de hierro y madera y de nuevo preguntó:
¿Es ésta tu hacha?

Sí, respondió ella, esa es...
Dios estaba tan contento con la sinceridad de la mujer que la mandó de vuelta a su casa, regalándole las otras dos hachas, la de oro y la de plata…

Otro día, la mujer y su amado esposo estaban paseando por los campos, cuando él tropezó y cayó al río. La infeliz mujer, que no sabía nadar, se puso a suplicar a Dios,
Él apareció y le preguntó:

Mujer, otra vez tú, ¿por qué estas llorando?
La mujer respondió que su esposo había caído al río y se había ahogado.
Inmediatamente, Dios se tiró de cabeza al río, sacó de las mechas a Brad Pitt y le preguntó a la mujer:

¿Es éste tú esposo?
Sí, si, asintió la Mujer.
Entonces Dios se enfureció:
¡Eres una mujer mentirosa!

Pero rápidamente la mujer le explicó:

Dios, usted perdone, pero fue un malentendido.
Si yo hubiese dicho que “no”, entonces Ud. me habría traído a Mel Gibson del río y si le hubiera vuelto a decir que tampoco era él, Ud. me habría traído a mi marido, y cuando dijera que sí, Ud. me mandaría para mí casa con los tres hombres.
Más Yo soy una humilde mujer y no podría cometer TRIGAMIA…
Por eso es que le dije sí al primero de ellos…
Dios halló justo el comentario de la mujer
y la perdonó.

MORALEJA…

“Las mujeres mienten tan bien que hasta Dios les cree”

Zamba de Amor y Mar

viernes, 29 de octubre de 2010